


La función del psicopedagogo apunta fundamentalmente a realizar intervenciones dirigidas a ayudar a superar las dificultades y problemas que encuentran los alumnos cuando llevan a cabo nuevos aprendizajes.
La evaluación psicopedagógica se concibe como un proceso de toma de decisiones encaminadas a fundamentar la oferta educativa, es decir, la propuesta curricular y el tipo y la intensidad de la ayuda que debe ofrecerse al alumnado a lo largo de su escolaridad.
Ha de proporcionar información relevante para conocer con detenimiento las necesidades del alumno así como sus circunstancias escolares y familiares, y con esas bases justificar la necesidad de introducir cambios en la oferta educativa y, si procede, tomar medidas de carácter extraordinario.
Siempre se realizan actividades especialmente pensadas, planificadas y ejecutadas para que el niño aprenda más y mejor.
Es importante el aporte del psicopedagogo con respecto al asesoramiento en cuestiones metodológicas, tanto a los maestros como a otros docentes que se relacionen con el niño.
Dentro del equipo multidisciplinario ayuda a delimitar las necesidades educativas y personales del alumno.
Otros enfoques del trabajo psicopedagógico en el marco del equipo multidisciplinario son:
Evaluación e intervención psicopedagógica.
Identificación de las posibilidades de aprendizaje del niño.
Orientaciones a docentes y padres.
Proporcionarle al maestro recursos y habilidades que le permitan responder a los requerimientos del alumno con dificultades del aprendizaje.
Colaborar en el seguimiento de los alumnos con necesidades educativas especiales y orientar su escolaridad.
Promover el vínculo entre la institución y la familia.
Realizar propuestas de organización de la orientación educativa.
Programación y aplicación de adaptaciones curriculares dirigidas a los alumnos con necesidades educativas especiales.
Promover procesos de aprendizaje que tengan sentido para los participantes.